Definir los objetivos para tu empresa es una de las partes más vitales para llegar al éxito. Hoy te contaremos un poco sobre los objetivos SMART y te daremos algunos ejemplos de cómo empezar a trabajar con ellos. 

Una de las claves principales para lograr ser realmente productivos en nuestro trabajo, en la casa o en cualquier ámbito al que queramos dedicarle un tiempo de trabajo honesto, es saber plantear los objetivos reales de manera adecuada. 

Todas las empresas y personas buscamos constantemente el crecimiento. Queremos hacer mejores productos, ofrecer mejores servicios o desarrollar nuestro propio negocio, tener mejores relaciones con nuestros clientes y con nuestros proveedores. Todas estas son metas a las que constantemente aspiramos como emprendedores, pero solamente podemos alcanzarlas si nos sentamos a pensar en maneras inteligentes y reales de cómo lograrlas. 

No es lo mismo “querer crecer” que realmente fijar el propósito de “aumentar un 25% las ventas de la empresa en un plazo de un año”, esto solo podría lograrse a través de una serie de campañas de inbound marketing, por ejemplo. Lo primero es solo un deseo, y lo segundo es un objetivo fijo con un plan de acción designado gracias a datos concretos, algo que es realizable, medible y susceptible de ser corregido con el tiempo. Es decir, un objetivo SMART.

¿Qué son los objetivos SMART? 

Son específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales. Metas concretas que nos permitirán analizar el desempeño de todos los esfuerzos que hagamos por nuestra empresa, ya sea por medio de marketing digital o en cualquier área de la compañía que necesite ordenar y medir su trabajo de manera sistemática. 

SMART, realmente es un acrónimo que hace referencia a cada una de las características que deben conformar una buena y exitosa meta.  Un objetivo SMART es: 

Specific (Específico)

Mensurable (Medible)

Achievable (Alcanzable)

Relevant (Relevante)

Timely ( Temporal)

Veamos cada una de estas características por separado: 

S: Específico: 

Un objetivo específico es ideal para cualquier aspecto, tarea o acción realizada por una empresa. En marketing digital, una meta específica podría ser, por ejemplo, aumentar la obtención de Leads un 20% en un período de 6 meses. Este objetivo es específico ya que nos indica exactamente lo que esperamos obtener o lograr en un tiempo determinado. 

M: Medible:

Para que una meta sea medible, debe ser específica. Sin esto, no será posible interpretar los resultados obtenidos sin saber realmente el margen que teníamos en mente. Será necesario también contar con los medios para poder medirla y analizarla, ya sean herramientas de software o una metodología de análisis que nos posibilite y nos permita ver los resultados reales de la campaña o plan de acción que realizamos. Siguiendo el ejemplo anterior, aquí registraríamos la cantidad de Leads que obtuvimos con nuestras acciones de marketing. 

A: Alcanzable: 

Con esta parte, nos referimos a que debe ser un objetivo que realmente esté dentro de las posibilidades de la empresa y su equipo, que sea real y posible. Por ejemplo, decir que el objetivo es “alcanzar un aumento del 80% en leads en dos semanas” es posiblemente un objetivo muy poco probable. En este punto, es importante especificar a través de qué acción o acciones se pretende lograr dicho objetivo. En nuestro ejemplo general, una generación de Leads podría aumentarse creando una mayor variedad de ofertas descargables en el sitio web de la empresa.

R: Relevante:

Una meta relevante es aquella que fue planeada bajo las líneas de objetivos generales del negocio. No tiene sentido plantearse acciones cuyos resultados no sean subsidiarios de alguno de los objetivos generales que la empresa tiene en su plan de desarrollo. Aquí por ejemplo, si nuestra meta principal es obtener un aumento de Leads por que nuestro objetivo es obtener más ventas, contamos un un objetivo relevante. Por otro lado, si quisiéramos obtener un mayor número de likes, aunque estos no nos generen ventas directas, nuestro objetivo no sería relevante.